A pesar de que Egipto
era un estado autónomo - inusualmente grande en comparación con las numerosas ciudades-estado del antiguo Oriente Media- y que estaba gobernado por un solo rey, hablaba un solo idioma y practicaba una sola religión, sus habitantes se referían a él en términos dualistas. "Los dos países" (Taouy ) era una designación frecuente y "el amo de los dos países" (Neb taouy) era uno de los epítetos del faraón. En la literatura religiosa, ceremonias de estado o símbolos artísticos, se enfatizaba el mensaje del país dual, en especial el Alto y el Bajo Egipto.
EI Alto Egipto (Ta-Shemaou) era el Valle del Nilo, centro y sur del país hasta Asuán; el Bajo Egipto (Ta-Mehou) era el Delta del Nilo en el norte. Cada uno estaba dividido en nomos o departamentos administrativos. En gobiernos centrales fuertes, los nomos tenían poca importancia política; bajo reyes débiles, los funcionarios regionales (nomarcas) desafiaban a la autoridad central. Cada nomo tenía un emblema, una ciudad principal y una deidad local preferida. Las listas de nomos se grababan en las paredes de los templos, y sus representaciones simbólicas se ordenaban desde el nomo más al sur del Alto Egipto, y avanzando hacia el norte.