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Las pirámides de Abusir se encuentran entre Giza y Sakara, sitio elegido por los reyes de la 5a dinastía, que debe ser visto como una proyección en el norte del cementerio de Sakara.
Tres pirámides parcialmente destruidas dominan el paisaje. Al norte está la del rey Sahure, interesante por los restos del templo funerario en el lado este. Grandes partes del pavimento de basalto se conservan intactas, así como algunos elementos arquitectónicos de granito de Asuán, con inscripciones de los nombres reales. En las paredes del templo se descubrieron relieves de importancia histórica y artística, pero fueron removidos por los excavadores.
Otro monumento de interés es la gran mastaba del visir Ptahshepses, casado con una princesa, con un gran patio con columnata y delicados relieves que retratan al visir. Dos sarcófagos de piedra aún permanecen en la cámara funeraria. Dos columnas de granito con forma de "atado de papiro" decoran la entrada a la mastaba.
Los equipos alemán y checo que excavaron el sitio descubrieron importantes papiros que echan luz sobre las actividades rutinarias en los templos funerarios.
Los reyes de la 5a dinastía enfatizaron el culto a los dioses del sol, (Ra, Atón, Kefri) y su centro principal en Heliópolis, cerca de El Cairo. Particularmente notoria era la creencia en que el espíritu de los reyes muertos subía al cielo y se fusionaba con el sol, padre de todos los reyes. Por ello se construyeron templos especiales en Abu-Ghurob, al norte de Abusir, para el culto del aspecto solar de los reyes muertos. El mejor conservado es el de Neuserre; su rasgo característico es un monumento en forma de pirámide, llamado "benben", en cuya cúspide pulida creían que se aposentaba el sol todas las mañanas. En un patio grande frente al benben se ubicaba un gran altar de alabastro con forma de cuatro signos jeroglíficos, hetep (ofrendas). Las ofrendas de sangre se vertían en grandes canales cavados en el pavimento, y fluían hacia grandes recipientes de alabastro.
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